“La familia religiosa escolapia,
con actitud humildemente agradecida,
se reconoce como obra de Dios
y del afortunado atrevimiento
y tesonera paciencia
de San José de Calasanz.
Porque él,
bajo el soplo del Espíritu,
se entregó en cuerpo y alma
a la educación cristiana de los niños,
especialmente de los pobres,
en espíritu de inteligencia y piedad”.
Este es el primer número de las Constituciones de nuestra Orden.
Todos los religiosos y laicos escolapios damos gracias a Dios por la intuición que sembró en nuestro Fundador.
Damos gracias al Fundador por haberse comprometido con ese ministerio (ATEREVIDO-TESONERO-PACIENTE).
Se hizo pequeño para que la obra en el mundo fuera grande.
Gracias a todos vosotros por “seguirle el juego” y Muy Felices Fiestas.
CONSEJO LOCAL DE PRESENCIA.